Por Salvador Ismayel / Director Innova Hr & Talent
El mercado laboral sigue siendo un reto para las personas adultas mayores, quienes a menudo se enfrentan a la discriminación laboral y una falta de oportunidades que dificultan su búsqueda de empleo. A partir de los 45 años, las personas enfrentan una disminución significativa en sus posibilidades de insertarse en el mercado laboral, y aunque puede haber múltiples factores detrás de esta realidad, es claro que la edad juega un papel importante en la ecuación.
Una de las principales razones a las que se enfrentan a dificultades en el mercado laboral es el estigma que existe alrededor de su edad. Las empresas, a menudo, consideran que las personas mayores pueden ser menos productivas, más costosas y menos flexibles que los trabajadores más jóvenes. Esta percepción no solo es errónea, sino que también resulta en una falta de consideración hacia las habilidades y la experiencia de los trabajadores mayores.
Por otro lado, la falta de actualización en habilidades tecnológicas y nuevas tendencias en el mercado laboral puede ser una posible razón que limite sus posibilidades de empleabilidad. Muchas veces, los trabajadores mayores no están al día en el uso de tecnología, y aplicaciones de última generación, lo que puede afectar su capacidad para desempeñarse en puestos de trabajo. Si bien esto puede ser una preocupación legítima, no justifica la exclusión de este grupo de personas del mercado laboral.
Adicionalmente, el desgaste físico que todas las personas transitan con el pasar de los años es considerado como una limitante a la hora de ocupar ciertos puesto de trabajo, no considerando todo el potencial que se está dejando atrás en una posible nueva etapa dentro de la organización.
Y es que a pesar de los estereotipos y limitantes que pudiesen tener, las personas adultas mayores tienen muchas fortalezas que las empresas deberían valorar más. Entre estas se encuentra la gran cantidad de experiencia y conocimiento adquiridos a lo largo de una carrera laboral, lo que se traduce en una habilidad para tomar decisiones sólidas y una comprensión global de la dinámica del mercado.
Además, suelen ser más estables emocionalmente y poseen habilidades interpersonales excepcionales. Estas habilidades, que incluyen la capacidad para comunicarse eficazmente, construir relaciones y mediar en situaciones difíciles, son muy valiosas en cualquier lugar de trabajo y deberían ser consideradas por los empleadores al momento de buscar nuevos empleados.
Es fundamental que las empresas y los empleadores comiencen a valorar la experiencia y la habilidad de las personas adultas mayores en el mercado laboral. Esto no solo sería justo, sino que también ayudaría a las empresas a construir equipos más diversos y multidisciplinarios, lo que puede llevar a una mayor innovación y creatividad. De igual forma se le brindaría a este segmento de la fuerza productiva de la posibilidad de obtener un ingreso el cual le brinde la seguridad financiera necesaria, así como impulse el desarrollo profesional y aprendizaje constante.
En conclusión, es necesario fomentar la inclusión de las personas adultas mayores en el mercado laboral y garantizar que tengan las mismas oportunidades que los trabajadores más jóvenes. Solo de esta manera podremos aprovechar al máximo la experiencia, habilidades y conocimientos de todas las personas, sin importar su edad. La inclusión de los trabajadores mayores en el mercado laboral no solo es justa, sino que es vital para garantizar una sociedad más equilibrada e inclusiva para todos.